¿Cómo sueles vivir tu día a día?

Posiblemente realizas las mismas rutinas sin poner ninguna atención en lo que haces, actuando como un robot.

Mientras te duchas estas pensando en todo lo que tienes que hacer.

Lavarte los dientes es algo automático y encima casi seguro que a la vez estas realizando alguna otra tarea. Porque en esto las mujeres somos unos genios, somos capaces de hacer multitarea y encima nos enorgullecemos de ello.

Antes, desempeñar varias acciones a la vez me parecía de lo más productivo.

En cambio ahora pienso todo lo contrario.

Cuando eres capaz de poner toda tu atención en lo que estas haciendo, ahí si que eres productiva.

Y no sólo eso, sino que encima lo realizarás de la manera más eficiente.

Ahora asocio la multitarea a dispersión.

Ya que estamos en pleno verano es un buen momento para que empieces a poner mas atención en tu día a día. Si estas de vacaciones todavía mejor, así no tienes ninguna obligación salvo la de relajarte y disfrutar.

¿Cuántas veces te has sentido resentida o con estrés?

Cuando tu mente esta enfocada en el pasado es cuando sientes resentimiento, enfado o tristeza. Y si tu mente esta en el futuro estas ansiosa o estresada.

Aprendiendo a vivir en el presente, es lo que se conoce como mindfulness, empezarás a estar más tranquila.

Empieza a practicar el mindfulness con estos 3 consejos:

1- Pon atención en las acciones sencillas

Aquí me estoy refiriendo a algo tan simple como lavarte los dientes.

¿Te has parado alguna vez a sentir el cepillo en tus dientes?.

¿Cómo agarras el cepillo?

¿Qué presión ejerces sobre los dientes mientras te cepillas?

¿Has sentido cómo esta tu cuerpo, tus brazos, hombros, piernas, …?

Se trata de que pongas atención a tus rutinas diarias como ducharte, cepillarte el pelo y vestirte.

Mientras las estas haciendo no dejes que tu mente se disperse y concentrate en lo que estas haciendo.

2- Caminata consciente

Elige un paseo de 20–30 minutos y repítelo varios días consecutivos. El objetivo es que realices una caminata consciente, parar ello puedes:

Describir tu paseo:

Cuando hayas terminado, visualízalo: He pasado delante de un bloque de casas blancas, a la vuelta de la esquina había una panadería. Seguido había un parque …

Estoy convencida que cada día descubrirás algo nuevo de lo que no te habías percatado antes.

– Llevar la atención a tu cuerpo:

Siente como tus pies se posan en el suelo, si vas rápido o despacio, cómo es el movimiento de tus brazos, cómo es tu respiración, …

– Contar los pasos, y cuando llegues a 10, empieza a contar al revés.

– Conectar con tus sensaciones tanto físicas como mentales.

Si estuvieras preocupada o nerviosa piensa cómo podrías dejar fluir esas emociones mientras andas.

– Sentir la experiencia de caminar:

Para ello utiliza todos tus sentidos, qué sonidos escuchas, qué hueles, qué ves, qué sientes mientras andas.

3- Respira

Una buena manera de estar en el presente es mediante la respiración. Te recomiendo que dediques 3 minutos a respirar conscientemente:

Deja lo que estas haciendo y si es posible cierra tus ojos.

Recorre tu cuerpo desde los pies a la cabeza, siente tus piernas, tu abdomen, tus brazos, tus hombros, tu cuello, … Y siente si tienes alguna zona más tensionada que otra.

Escucha los sonidos que te rodean, el sonido de los coches, o el cantar de los pájaros, el sonido del ascensor, …

Y ahora conecta con tu respiración. Escucha el sonido al inhalar y al exhalar.

Cómo es el aire que entra, frío o cálido.

Tu respiración, ¿es superficial o profunda?. Se hincha el abdomen o sólo se mueven las costillas.

Respiras por la nariz o por la boca.

Para finalizar vuelve a sentir tu cuerpo, escucha los sonidos que te rodean y abre los ojos.

A medida que vayas creando este espacio, verás como se convierte en tu oasis.

Al principio resulta difícil, puedes notar resistencia y que tu mente te bombardea con mil pensamientos. No te preocupes, es normal. Con la práctica irás sintiendo como esos pensamientos fluyen y sentirás la paz de estar simplemente respirando.

Y esto te lo digo desde mi experiencia, ya que cuando empecé a prestar atención a mi respiración al principio me parecía un tormento. En cambio ahora para mi es un momento de paz y tranquilidad.

Como ves son 3 sencillos consejos que puedes empezar a realizar hoy mismo. De  hecho mejor hoy que mañana, ¿para qué vas a procrastinar?.

Estaría encantada de que me contarás si al practicarlos has aprendido algo, o qué te ha parecido la experiencia. Atrévete a dejar algún comentario.