¿Te has parado alguna vez a observar el poder de tus pensamientos?.

Cada pensamiento que tienes genera una emoción y esa emoción a su vez produce una reacción física.

Por algo has podido leer o escuchar que tu creas tu vida. Tu eres quien va dirigiendo tu vida a merced de tus pensamientos.

Por eso mismo es importante prestarles atención, porque si les das todo el poder puedes acabar yendo a la deriva.

Y no solo eso, sino que además influyen en tu estado emocional y físico. Al hacerte consciente de tus pensamientos vas recuperando las riendas de tu vida.

Te das cuenta que es una cadena: pensamiento – emoción – efecto en el cuerpo.

Puedes hacer la prueba ahora mismo, piensa en una situación que no te guste, ya puede ser volar en avión, hablar en público o ir a pedir un aumento de sueldo a tu jefa.

Si visualizas bien ese momento, sentirás alguna emoción como angustia o miedo.

¿En que parte de tu cuerpo percibes esa emoción?: estómago, garganta, tensión en los hombros, …

Este ejercicio te da una pista de dónde se manifiesta esa emoción en tu cuerpo. Te lo digo porque aunque no estés atenta a tus pensamientos, si escuchas a tu cuerpo, él te dice exactamente que es lo que te ocurre.

Ahora puedes hacerlo al revés, piensa en algo que te produzca placer, alegría o ilusión.

Al igual que antes visualízalo con todo detalle, en cuanto estas metida en la escena, siente esa emoción, esta vez ¿dónde se manifiesta en tu cuerpo?.

Como ves a tu cabeza le da igual si es real o no. Sólo con imaginarlo ya se desencadena todo tipo de reacciones.

Y aquí es donde viene una de las respuestas más comunes, el ESTRÉS.

Aunque el estrés es necesario, cuando se prolonga en el tiempo puede ser devastador.

¿Cuáles son los 2 tipos de estrés?

  • Eustrés: sería el “estrés bueno”, el que te da la confianza para seguir adelante, gracias al que afrontas diferentes retos.
  • Distrés: sería el “estrés malo”, el que te perjudica ya que se mantiene en el tiempo. Es el que tienes cuando dices “estoy estresada”.

¿Qué efectos tiene este “estrés malo”?

  • Trastornos alimentarios
  • Ganancia de peso
  • Falta de atención
  • Fatiga
  • Dolores de cabeza
  • Inestabilidad emocional
  • Insomnio

¿Cómo lo puedes prevenir?

  • Teniendo una válvula de escape como por ejemplo hacer deporte
  • Desahogándote con alguna amiga
  • Practicando yoga, meditación o alguna técnica de relajación
  • Detectando las señales en tu cuerpo y cambiando la manera que reaccionas al estrés

¿Cómo lo puedes evitar?

  • Duerme las horas recomendadas
  • Sigue una dieta sana y equilibrada, evita los hidratos de carbono refinados, las grasas saturadas o comidas copiosas
  • No te agobies por lo que no puedes cambiar, ya que si tiene solución para que te vas a preocupar
  • Cambia la forma de interpretar los acontecimientos, ya que en muchas ocasiones no es la situación la que causa el estrés sino como reaccionas ante ella
  • Dedica una parte del día a mimarte
  • Realiza algún tipo de actividad física
  • Rodéate de buena compañía
  • Practica la relajación o la meditación

Aprovechando esta ocasión te voy a explicar una sencilla meditación de Kundalini que te ayudará en los momentos que estés estresada. De hecho, hace 5 años cuando estuve en un momento de bastante estrés laboral practicaba esta meditación todas las mañanas entes de ir a trabajar. Además es una meditación perfecta para principiantes.

Meditación para un corazón tranquilo

meditación

  • Siéntate en postura fácil y cierra los ojos.
  • Coloca la mano izquierda con la palma de la mano en el centro del pecho y los dedos paralelos al suelo apuntando hacia la derecha.
  • Levanta la mano derecha como si hicieras un juramento. El dedo índice toca al pulgar (gyan mudra) y el resto de los dedos apuntan hacia el techo. El codo esta relajado, cerca del costado con el antebrazo perpendicular al suelo.
  • Concéntrate en el flujo de la respiración. Inhala a través de las fosas nasales, lento y profundamente. Cuando hayas llenado tus pulmones, retén el aire el mayor tiempo posible. Después, exhala poco a poco. Cuando hayas vaciado completamente tus pulmones, sostén la respiración en mayor tiempo posible.
  • Puedes empezar realizando la meditación 3 minutos e ir incrementando el tiempo hasta llegar a 31 minutos.
  • Para finalizar inhala y exhala fuertemente 3 veces, seguido relaja.

Siguiendo las enseñanzas de Kundalini te aconsejo que practiques esta meditación durante 40 días seguidos.

Si lo haces, deja un comentario contando tu experiencia.