Qué mejor manera que empezar el día realizando una rutina que te asegure que por lo menos vas a salir de casa con el ánimo alto y buena disposición.

Hoy te quiero contar parte de mi ritual matinal. La idea es que crees tu propio ritual y para ello tendrás que cambiar algún hábito.

Es cierto que para adquirir un nuevo hábito necesitas fuerza de voluntad y constancia. De hecho en Kundalini Yoga aprendí que para instaurar un nuevo hábito es necesario repetirlo durante 40 días seguidos. Por eso, te animo a que durante este periodo seas constante.

Tómatelo como un reto hacia ti misma, pero siempre desde el cariño y no como un castigo o imposición.

Si un día fallas no te mortifiques. Lo único que va a ocurrir es que el contador se vuelve a poner a cero y vuelta a empezar.

Estos son 3 de mis pilares al despertarme:

1- Limpiar la lengua

Para esto vas a necesitar un raspador de lengua. Es un utensilio que se utiliza en la medicina ayurvédica, tiene forma de U y es de acero inoxidable.

Beneficios:

1. Elimina el mal aliento

2. Elimina las bacterias derivadas de la comida

3. Ayuda a combatir las caries

4. Reduce el exceso de mucosidad en la boca

5. Devuelve al sensibilidad a las papilas gustativas

¿Cómo utilizarlo?

1. Raspa la lengua con el extremo redondeado 2 o 3 veces.

2. Enjuaga con agua y vuelve a raspar hasta que desaparezcan los residuos blancos.

No tienes que sentir dolor ni náuseas, por lo que no aprietes mucho ni metas el raspador hasta el gaznate.

2- Agua con limón

Después de toda la noche el cuerpo necesita hidratarse, por eso una buena manera es que empieces el día bebiendo agua templada con limón.

Beneficios:

1. Equilibra el pH

2. Refuerza el sistema inmune

3. Estimula al sistema digestivo

4. Hidrata

5. Limpia el sistema linfático

¿Cómo utilizarlo?

1. Calienta el agua sin dejar que hierva.

2. Exprime el jugo de 1 limón.

3. Cuando el agua este lista vierte el jugo y bébetelo templado.

Nota: El zumo de limón con agua fría estriñe pero con agua templada ayuda a estimular y a regular la función intestinal.

3- Respiraciones 

La mejor manera para tomar conciencia del ahora y parar el torrente de pensamientos es la respiración. Si realizas respiraciones largas y profundas aunque sea al menos 1 minuto vas a notar su efecto inmediatamente.

¿Cómo respirar?

1. Siéntate en una postura cómoda con la espalda bien erguida.

2. Al principio para que te resulte más fácil sentir la respiración, puedes colocar una mano en el abdomen y la otra en el esternón.

3. Cierra los ojos y lleva toda tu atención a tu respiración.

4. Inspira por la nariz. Siente como se va llenando de aire el abdomen, seguido las costillas y por último el esternón.

Visualiza cómo cada una de tus células se carga de energía con cada inspiración.

5. Cuando sientas que no entra ni un ápice más de aire comienza a exhalar por la nariz. Mientras exhalas observa como cualquier tensión o incomodidad se va junto con el aire que exhalas.

Y siente como se va vaciando primero el esternón, luego las costillas y por último el abdomen.

Exhala hasta el ultimo suspiro y siente como si tu abdomen quisiese pegarse a la espalda.

Realiza este tipo de respiración de 1 a 3 minutos. Si notas que tu atención se va a tus pensamientos, no pasa nada. En ese momento te conviertes en observadora, los dejas pasar y vuelves a centrarte en la respiración.

Esta respiración la puedes practicar en cualquier momento del día. Y si además si estas nerviosa verás como te ayuda a calmarte.

¿Te animas a incorporar alguno de estos 3 pasos en tu rutina matinal?.