¿Qué te viene a la cabeza cuando escuchas la palabra dieta?

Seguramente pensarás en privación, pérdida de peso o cuidarte para no engordar.

En realidad la palabra dieta es el conjunto de alimentos que comes y no tiene nada que ver con adelgazar.

Todos seguimos una dieta.

Lo ideal es que tu encuentres la mejor para ti.

Cuando se trata de dietas, definitivamente no hay una dieta que funcione para todos.

Christiane Northrup, MD

Por eso mismo me parece una pérdida de tiempo y de energía que intentes seguir la dieta con la que tu amiga ha adelgazado 5 kilos en 1 mes o la que se ha puesto de moda este año.

Siendo sincera contigo, ¿cuánto tiempo te ves capaz de seguir una dieta impuesta?

Apuesto a que no mucho. Y, ¿sabes por qué?

Porque hay 3 motivos por los que las dietas no funcionan:

1. Se olvidan de tu individualidad

La propia definición de dieta lo dice:

‘Una dieta equilibrada es la que te proporciona todos y cada uno de los nutrientes en cantidad y calidad adecuados para cubrir tus necesidades en función de tu situación fisiológica y/ o patológica.’

Esta es una de las razones por las que no tiene ningún sentido que sigas una dieta sin escuchar a tu cuerpo.

Por ejemplo, el brócoli es un alimento con unas propiedades estupendas.

Y resulta que a ti el brocoli te sienta como una patada en el estómago.

Así que dime tu, por muy maravillosos que sean sus beneficios qué sentido tiene que lo comas.

Ninguno.

2. Se basan en restricciones

Me da igual la dieta que elijas, todas al final se basan en una lista de alimentos que consideran adecuados y de alimentos prohibidos o a evitar.

Esta claro que hay alimentos que tienes que evitar como el azúcar, los refrescos, las grasas trans y los cereales refinados. En cuanto al resto de los alimentos yo te iría que evites los que te sientan mal y que escojas los de mayor calidad.

Otras dietas no sólo restringen algunos alimentos, sino que encima te tienes que poner a medir cantidades y a contar calorías.

Con lo que comer pierde toda su gracia, en vez de ser algo placentero se convierte en una tortura china.

3. Desconocen tu estado emocional, físico y mental

A la hora de comer no sólo afecta el que tengas hambre. El cómo te sientes también tiene mucha influencia a la hora de escoger los alimentos.

Cuando estas atravesando una época de mucho estrés tu cuerpo va a necesitar un tipo de alimentos específicos que le ayuden a sobrellevar esa situación.

Con esto quiero decir que tu dieta va a ir variando a lo largo de tu vida.

Por eso la única dieta que te va a funcionar es la que sea personalizada para ti. Ninguna otra va a tener en cuenta cómo te encuentras anímicamente y físicamente.

Cuando cambias de dieta es todo un esfuerzo, pero si te dicen que vas a conseguir rápido alcanzar el peso que quieres pensarás que merece la pena.

Tienes la motivación suficiente para hacerlo, pero ¿por cuánto tiempo?.

Los cambios bruscos no son duraderos

El objetivo es que consigas escuchar a tu cuerpo para saber que es lo que más te conviene en cada momento. Y que tengas en cuenta que la base de una dieta equilibrada es la cantidad y la calidad.

Integrando los cambios poco a poco conseguirás tener una vida sana.

Por curiosidad, ¿cuántas dietas has hecho a lo largo de tu vida?.