Nuestro cuerpo esta sobradamente preparado para detectar el sabor dulce.

No sólo hay sensores en la lengua sino que también en el intestino y en el páncreas.

Además el azúcar es considerado como una sustancia potencialmente adictiva. Esa ‘adicción’ es debida a que se activan las neuronas del centro del placer del cerebro.

Es la ‘droga’ del siglo XXI .

¿Cuáles son las causas de esa apetencia por lo dulce? 

Estas son 3 de las razones:

1- Placer

Tal y como te he comentado antes existe una explicación de por qué sentimos esa ‘adicción’ por el dulce y los alimentos grasos.

Y es, porque generan placer ya que activan el sistema de recompensa del cerebro.

Tenemos 2 neutrotransmisores implicados en el placer:

1- La dopamina, que está asociada a las sensaciones placenteras.

Y se le conoce como un neurotransmisor relacionado con  las adicciones, pues drogas como la cocaína, el opio, la heroína, el tabaco y el alcohol liberan esta hormona.

En nuestro cerebro existe un circuito neuronal que se llama la Ruta Hedónica.

La dopamina participa en esta ruta, y es a través de ese circuito que percibimos la sensación de placer y de recompensa.

2- La serotonina que es la que modula el estado de ánimo y la sensación de bienestar.

Cuando la serotonina esta baja estamos tristes, irritables y esto genera apetencia por alimentos palatables (ricos en grasa y en azúcar).

2- Estrés

El estrés induce a comer y a almacenar energía.

La hormona del estrés es el cortisol.

El cortisol causa el aumento de la presión arterial, de la glucosa y de la frecuencia cardiaca.

El tener niveles altos de cortisol también provoca el incremento del consumo de alimentos, pero sobre todo de los alimentos confort (ricos en grasa y en azúcar).

Las personas que tienen el cortisol alto como respuesta a una situación psicológica estresante consumen alimentos con más grasa y azúcar.

Y por si fuera poco, el cortisol hace que la grasa se almacene en el abdomen, ya que es el lugar donde más fácil acceso se tiene en caso de necesitar energía y es el camino más corto para llegar al hígado.

3- Falta de sueño

Tener un sueño de calidad es fundamental.

Cuando duermes mal los niveles de cortisol aumentan y disminuye la cantidad de leptina, hormona que da la señal de que ya estas llena.

Esto produce una sensación parecida al hambre.

También aumenta la grelina que es la hormona del hambre y que activa el sistema de recompensa.

¿Te gustaría limitar el consumo de alimentos dulces y evitar la tentación?.

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