La microbiota es un tema que me apasiona. Siempre que puedo voy a cursos para seguir aprendiendo. Y justo este sábado he asistido a una formación cuya tema era “La salud intestinal”.

Así que hoy te voy a volver a hablar de tu segundo cerebro que se conoce como Sistema Nervioso Entérico (SNE).

Esta compuesto por 100 millones de neuronas y se aloja en los intestinos.

Esa red de neuronas le permiten al SNE realizar las funciones de la digestión de manera autónoma.

Además de la función digestiva en el segundo cerebro se producen:

  • sustancias que influyen en el estado anímico (serotonina y dopamina)
  • compuestos que tienen efecto tranquilizante (benzodiacepinas).

El 80% de la serotonina y el 50% de la dopamina se fabrican en los intestinos. De estos 2 neurotransmisores, la serotonina es el mensajero de la felicidad y la dopamina se asocia a las sensaciones placenteras.

Además, este segundo cerebro esta habitado por 1014 millones de bacterias, de las cuáles la mayor parte se albergan en el colon.

La colonización de los intestinos se produce durante los 3 primeros años de vida y es decisiva para una buena salud. De hecho el 80% del sistema inmune se encuentra en la mucosa intestinal.

A ese conjunto de bacterias es lo que se denomina microbiota. Y lo ideal es que sea diversa y se mantenga estable.

Cuando se produce un desequilibro en la microbiota, tanto cualitativo como cuantitativo hablamos de disbiosis.

¿Cuáles son las causas de una disbiosis?

  • Tóxicos extrínsecos: alcohol, tabaco, estrés, contaminación, pesticidas, …
  • Dieta: déficit en vitaminas, minerales, una mala masticación, dieta hiperprotéica,…
  • Factores intrínsecos: estreñimiento, diarrea, déficit de HCL, edad
  • Fármacos: antibióticos, corticoides, antiinflamatorios
  • Infecciones intestinales: parásitos, hongos, salmonelosis

¿Cuáles son algunas de las consecuencias de una disbiosis?

  • Alteración de la mucosa intestinal
  • Aumento de la permeabilidad
  • Inflamación de la pared intestinal

Al final esto se traduce en alergias, intolerancias, patologías digestivas y dermatológicas, micosis y enfermedades reumáticas.

¿Cómo puedes mantener una microbiota saludable?

1. Dieta: come sano y variado.

Incorpora verdura en la comida y en la cena. Que no falten las legumbres, frutos secos, frutas, alimentos fermentados (yogur, chucrut, kefir).

2. Mastica: ¡No te olvides de masticar!

Como leí en una ocasión, mastica lo liquido y bebe lo sólido. Aprecia las texturas y el sabor de cada bocado, recuerda que la digestión comienza en la boca.

3. Hidrátate: bebe suficiente agua.

Observa tu orina para saber si estas o no hidratada. A no ser que tomes algún tipo de medicamento o suplemento que influya en el color, tu orina debería de ser clarita.

4. Haz ejercicio: no se trata de que te machaques en el gimnasio.

El objetivo es que te muevas, baila, anda, nada, patina, yoga, lo que quieras pero haz algo.

5. Ritual de evacuación: Esto es importantísimo, si sufres de estreñimiento (menos de 3 veces a la semana) crea todos los días tu rutina matutina hasta que consigas entrenar a tu cuerpo.

6. Practica el mindfulness: Estamos tan inmerso en la verborrea mental que al segundo cerebro sólo le escuchamos cuando grita. Y cuando esto ocurre suele ser sinónimo de alguna dolencia o patología.

La respiración, la meditación y todo lo que te ayude a coger conciencia del presente te permitirá silenciar al cerebro pensante y prestar mas atención al cerebro visceral.

Y además te ayudará a reducir los niveles de estrés.

Cuánto más aprendo sobre la microbiota más impresionante me parece y más relación le veo con tener una buena salud.

Te aconsejo que si quieres vivir mucho y bien empieza a prestar atención a esta parte tan olvidada de nuestro cuerpo que son los intestinos.