Las creencias son presuposiciones que tenemos y a las que la mayor parte de las veces obedecemos siendo o no conscientes de ello.

Hay creencias que nos limitan y otras que nos potencian.

Estas creencias las hemos ido adquiriendo desde la infancia, a través de nuestros padres, profesores y el entorno social.

Y lo gordo del caso es que estas creencias influyen en nuestra salud, en la manera de relacionarnos, en nuestra felicidad, en nuestras creatividad y en nuestro éxito personal.

Tienen un gran poder sobre nosotros, de hecho aquello que crees es lo que es.

En mi caso, durante muchos años he tenido la creencia de que era gordita. Hace 3 años viendo unas fotos de cuando era pequeña, cuando me ví en la foto me salió del alma decir: “¡Pero si yo no era gordita!”.

Esta creencia me venía porque mi hermana era delgada como un fideito y yo era más fuerte, así que por comparación me convertí en la gordita de la casa.

Y una cosa tan tonta como esta, generó una creencia que me ha acompañado hasta hace no mucho.

¿Te has parado alguna vez a revisar tus creencias?

Igual piensas que eres torpe, o que no eres creativa, o que eres tímida, …

Te propongo hacer este ejercicio:

  • Piensa y escribe 5 creencias que te han limitado o que están detrás de actitudes hacia tu salud, deporte, profesión, tiempo, dinero, …
  • Escribe 5 creencias positivas que te podrían ayudar para alcanzar tus objetivos

Es importante que seas consciente de tus creencias para tomar las riendas de tu vida y que no sean ellas las que te controlen.

Y ten en cuenta, que tanto si tienes creencias potenciadoras o limitantes, ambas te aportan un beneficio.

Si por ejemplo crees que eres una persona cómoda, esto hace que no arriesgues y que no te responsabilices, pensarás, si total soy así.

Bien, ahora imagínate que tu vida es un árbol.

Aquello que esta sobre la superficie es el mundo exterior y lo que esta bajo tierra (raíces) es el mundo interior.

Lo que ves en el mundo exterior son los resultados del mundo interior. Este mundo interior esta formado por el área mental, emocional y espiritual.

Y son esas 3 áreas las que alimentan y producen los resultados.

Lo que suele suceder es que ponemos toda la atención en el exterior. Queremos que si nuestro árbol da manzanas, deje de dar manzanas y que dé melocotones.

Pero esto no sirve de nada si no trabajamos el mundo interior.

Cualquiera que sean los resultados que estés obteniendo, sean ricos o pobres, buenos o malos, positivos o negativos, recuerda siempre que tu mundo exterior es simplemente un reflejo de tu mundo interior. Revisa tus creencias y tus pensamientos.

Harv Eker

Para terminar identifica las creencias limitantes y cámbialas por otras potenciadoras.

Hazte alguna de estas preguntas:

  • Esta nueva creencia va a sustituir a otra creencia, ¿a cuál?
  • Qué te aportará de positivo esta nueva creencia
  • Cómo va a mejorar tu vida con esta nueva creencia
  • Qué beneficios obtenías de la creencia que quieres cambiar
  • Cómo mantendrás esos beneficios con la nueva creencia.

Espero que empieces a ser consciente de tus creencias.

A mi me ayuda el identificar una creencia detrás de una conducta. Si no, hay veces que parece que me estoy dando de cabezazos contra la pared. Cosa que es normal, ya que mis pensamientos siguen siendo los mismos con lo que los resultados siguen siendo los mismos.

La buena noticia es que puedes reprogramar tus creencias, este el es primer paso para cambiar los resultados.

Según la PNL (Programación Neurolinguística) estas son 3 creencias útiles para la vida:

  • No existen fracasos, solo hay resultados
  • Todo comportamiento tienen una intención positiva
  • Poseemos los recursos necesarios