¿Cómo es tu relación con el tiempo?

¿Sientes que no es suficiente con 24 horas?

¿Eres de las que lo dejan todo para última hora?

Vivimos a un ritmo frenético, y lo cierto es que todos tenemos las mismas horas pero no a todos nos cunden de la misma manera. Algunos consiguen sacar chispas a su tiempo y parece que su día tiene más horas.  

¿Cuántas veces dices, no tengo tiempo, estoy súper ocupada y la vida no me da, …?

Si lo piensas bien, son excusas, porque cuando realmente quieres algo sacas tiempo hasta de debajo de las piedras.

Y también es cierto que todo lo que conlleva un esfuerzo pasa al último lugar de la lista.

Así que piénsalo bien, ¿qué quieres, resultados o continuar con las excusas?.

Imagina lo que te gustaría conseguir:

  • hacer más ejercicio
  • estar más tiempo con tus hijos
  • sacar aunque sea 15 minutos para ti
  • tener una alimentación saludable
  • etc

Esto lo puedes alcanzar si optimizas tu tiempo y tiene que ver con la gestión de tus prioridades. En el momento que priorizas obtienes resultados en vez de excusas.

Ahora piensa cuáles son tus prioridades:

  • trabajo
  • hijos
  • salud
  • amistades
  • pareja
  • finanzas
  • tu misma
  • etc

Para cada una de tus prioridades escribe cómo esta ahora y cómo te gustaría que estuviese.

Prioriza y enfócate en lo que vas a hacer.

Si quieres alcanzar tus objetivos reduce tu autoexigencia y céntrate en lo que realmente tiene importancia para ti.

Tu eres quien decide qué haces con tu tiempo y cómo lo gestionas.

Para ayudarte puedes seguir alguna de estas claves para maximizar tu tiempo:

1- Planifica tus rutinas: Asigna días concretos para hacer tareas concretas, por ejemplo los viernes para hacer la compra semanal.

2- Planea tus tareas la noche anterior, para ello:

identifica tus biorritmos, en qué momento del día tienes mayor energía. Pon ahí las tareas importantes.

la primera tarea que sea la más prioritaria. Es aquella que en cuanto la termines te vas a sentir aliviada y te deja la sensación de que has avanzado un montón.

– dedica al menos entre 15-20 minutos al día a ese trabajo que no te gusta y que siempre lo vas aplazando. Esta procrastinación lo único que te genera es desgaste y una pérdida enorme de energía.

3- Concéntrate y no hagas multitarea ya que es sinónimo de improductividad. Piensa en lo que te cuesta retomar una tarea cuando la has interrumpido. Mantén toda tu atención en lo que estas haciendo hasta terminarlo y luego pasas a la siguiente.

4- Atrévete a decir no, dale a tu tiempo el valor que se merece.

5- Delega tareas, ¿es necesario que lo hagas tu o lo puede hacer otra persona?.

6- Evalúa tu día, revisa todo lo que has hecho. Mira que es lo que has logrado, que podrías mejorar, qué tareas han quedado pendientes, … Así podrás ver cómo aumentar tu productividad.

7- Felicítate por los logros, al final del día mira todo lo que has logrado en vez de lo que te queda.

¿Ya tienes claras cuáles son tus prioridades y cómo las vas a gestionar?.