La meditación aporta múltiples beneficios para la salud.

Libera el estrés, relaja los músculos, reduce la negatividad y te ayuda a estar en el presente.

Además te hace más feliz ya que vives la vida en toda su plenitud.

Es cierto que la imagen que viene a la mente cuando hablamos de meditación es la de una persona sentada con las piernas cruzadas, manos sobre las rodillas y los ojos cerrados.

Y da la sensación de estar en perfecta armonía y tranquilidad.

Esta no es la única forma de meditar porque hay muchas otras maneras de lograr ese estado.

Y una de ellas es través de la cocina.

Aunque parezca mentira cuando cocinas conscientemente estas en estado meditativo. Toda tu atención esta puesta en lo que estás haciendo, los pensamientos desaparecen ya que no les prestas atención.

Como ves, para meditar no hace falta hacer algo fuera de lo normal, sólo se trata de que seas consciente de la actividad que estés realizando.

Aprovechando que una de mis premisas para conquistar tu bienestar es que cuides tu salud, hoy te voy a contar como nutrir tu cuerpo y tu espíritu de una manera muy sencilla.

Sólo tienes que dedicar algún momento del día o de la semana para preparar tu comida. No te eches las manos a la cabeza porque no te voy a pedir que te conviertas en una chef profesional.

Si lo piensas fríamente tu vida depende de lo que comes. Cuanto más cuides tu alimentación mejor estará tu salud.

Reconócelo, cuando comes una buena comida, elaborada con ingredientes de calidad y con cariño, te sientes de maravilla.

En vez de esperar a que otros cocinen para ti, empieza a tomar las riendas de tu alimentación.

Como dijo Julia Child:

No tienes que cocinar obras maestras fantásticas o complicadas, sólo buena comida hecha con ingredientes frescos.

Nunca es tarde para empezar.

Y esto te lo digo yo que tengo varios pucheros quemados a mis espaldas pero poco a poco voy haciendo mis pinitos en la cocina.

Lo bueno es que vas a conseguir nutrir tu cuerpo en diferentes niveles.

Cuando cocinas tu eliges la calidad de los ingredientes que vas a comer.

Y además si lo haces con cariño esa energía se transmite a los alimentos. Esto al final es un acto de amor hacia ti misma, con lo que mejoras tu salud y tu bienestar.

¡Qué mejor manera de cuidarte y mimarte!

Puedes hacer de ese momento un ritual e incrementar tu conciencia con el acto de cocinar.

Lleva a tu cocina esta meditación:

  • Cuando vayas a preparar la comida deja tus preocupaciones al otro lado de la puerta. Lávate las manos y piensa que el agua arrastra tus inquietudes y tus problemas. Respira y relájate. Puedes poner música de fondo si esto te ayuda a concentrarte mejor.
  • Coge todos los ingredientes que vas a necesitar. Pon tu atención en cada uno de ellos y en aumentar la felicidad de quien se los vaya a comer.
  • Entrégate a cada tarea con todo tu ser. No hay distracciones, lo más importante en este momento es lo que estas haciendo.
  • Si por algún casual los pensamientos interrumpen y te distraen no pasa nada. Déjalos marchar y vuelve tu actividad.
  • Visualiza como la comida que estas preparando se impregna de todo tu cariño y en cómo va a nutrir a cada uno de los comensales.

Para mi este momento es a primera hora de la mañana cuando preparo el desayuno. Es un placer hacer la infusión de jengibre con el zumo de medio limón. Luego elijo la fruta y preparo el bol con cereales, frutos secos, semillas, …

Un desayuno elaborado con buenos ingredientes y compartido con mi hija, es el mejor comienzo del día.

Ya ves que cualquier comida sirve.

Elige alguna y dedícale el tiempo que se merece. Te puedo asegurar que mejorarás tu salud y tu bienestar.

¿Has sentido ese estado alguna vez mientras preparas tu comida?.