¿Cuántas veces te has ido a dormir con una mala sensación?.

Ya ha podido ser por un reproche, una discusión, preocupaciones, … Da igual, la lista puede ser interminable. El caso es que hay una manera de que consigas traer claridad a las emociones producidas por tus pensamientos.

Yo encontré la solución leyendo el libro de Julia Cameron, El camino del artista. El libro enseña a como recuperar la creatividad que todos tenemos y que hemos ido perdiendo.

La autora propone varios ejercicios, y aquí es donde descubrí una herramienta maravillosa. Gracias a ella he conseguido poner luz a mis pensamientos. Es la pócima a la que recurro cuando algo me trae de cabeza.

De lo que te estoy hablando es de las páginas matutinas.

La idea es que nada más despertarte escribas 3 páginas con todos los pensamientos que te van surgiendo.

Ya se que estarás pensando: con el poco tiempo que tengo a las mañanas como para ponerme a escribir. Pues bien, el que sea lo primero que hagas tiene su por qué.

En ese momento tu ego todavía no esta del todo despierto, sigue en duermevela. Todavía no esta del todo consciente y no puede censurarte. Escribes lo que sientes sin juicios, desde tu inconsciente.

Te puedo asegurar que va saliendo todo, tus miedos, tus creencias, tus inseguridades, TODO.

Pero lo bueno, es que también ves la solución, o por lo menos consigues entender el por qué de un comportamiento, por ejemplo.

Deja en tu mesilla libreta y boli, y en cuanto suene el despertador ponte a escribir.

Puedes empezar escribiendo 10 cosas por las que te sientas agradecida del día anterior.

No sé porque nuestra mente tiene predilección por enfocarse en lo que no hemos conseguido y en lo que no tenemos.

Sinceramente cuesta lo mismo pensar en negativo que en positivo, así que empieza por lo que si tienes. Seguido continua con el flujo de pensamientos que surjan. Al principio puedes pensar, pero ¿qué narices voy a escribir?.

Tranquila, deja que fluya y te puedo asegurar que llenas las 3 páginas sin problema. Si al principio te resulta complicado, empieza con una página. A medida que te vayas sintiendo más cómoda te irás soltando y hasta te dará pena dejar de escribir.

Se trata de ir transcribiendo tus pensamientos en papel. Es una manera de dejar salir todo aquello que se quedaría enquistado dentro. Al soltarlo ya no te acompaña el resto del día y así por lo menos sales de casa con la mochila vacía.

Las páginas matutinas no son un diario. De hecho, no las tienes porque volver a leer y menos enseñárselas a nadie. Simplemente van acumulando tus pensamientos, son tu confidente.

Haz este ejercicio todos los días durante 12 semanas.

Al principio te puede parecer una obligación pero confía y al final las páginas matutinas te gustarán. Yo no sé cuántas libretas he escrito ya.

Ahora no lo llevo tan a raja tabla, pero como tenga algún runrún en la cabeza, lo primero que haga en cuanto abro el ojo es ponerme a escribir.

Esta herramienta se ha convertido en mi gran aliada. Siempre encuentro alivio, entendimiento e incluso la solución a lo que me preocupa.

Ya se que levantarse un poco antes a veces es complicado, pero sólo necesitarás 5 minutos.

Te animo a que pruebes las páginas matutinas y que compartas tu experiencia.