En esta época del año empiezan a apetecer caldos y sopas.

En casa hay dos recetas que son las estrellas porque ambas contribuyen a la salud intestinal, una es el caldo de huesos y la otra es la sopa miso que es típica de la gastronomía japonesa.

El miso es una pasta que se elabora a base de soja fermentada con sal marina, aunque a veces de le añaden cereales como la cebada y el arroz.

Se clasifica por el tiempo de fermentación, con lo que puedes encontrar miso blanco, rojo o marrón. Para hacer la sopa miso te recomiendo el miso blanco por su sabor suave.

Algunas propiedades del miso son:

  • Ayuda al equilibrio de la microbiota (para ello no tiene que estar pasteurizado)
  • Mejora la digestión y ayuda en casos de diarrea o estreñimiento
  • Fuente de minerales: calcio, hierro y magnesio
  • Rico en proteínas

Ingredientes 

1 litro de agua

1 tira alga wakame

3 cdas pasta miso

1 cebolla

2 zanahorias

1 cebollino (opcional)

Elaboración (30 min)

  1. Lava el alga wakame y déjala en remojo durante 5 minutos. Transcurrido el tiempo escúrrela y córtala en trozos. No tires el agua para utilizarla a continuación.
  2. Corta la zanahoria en tiras y la cebolla en medias lunas.
  3. Añade en una cazuela el agua junto con las zanahorias,  la cebolla y el agua de remojo de las algas. Manténlo durante 20 minutos a fuego vivo.
  4. Después añade al caldo el alga wakame y deja que se cocine durante otros 5 minutos a fuego vivo.
  5. Apaga el fuego y una vez que el caldo haya dejado de hervir, saca 1/2 taza y disuelve el miso. Una vez diluido añádelo a la cazuela.
  6. Corta el cebollino finamente y utilizado para decorar.

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