En otras ocasiones ya te he hablado de la respiración. De cómo gracias a ella puedes cambiar tu estado de ánimo.

Respirar es un acto que puedes hacer tanto de forma consciente como de forma inconsciente, voluntaria o involuntariamente.

Lo curioso es que es una herramienta al alcance de nuestra mano y en pocas ocasiones la utilizamos. De hecho la mayoría de las personas respiran de manera inconsciente casi todo el tiempo.

Hoy en día vivimos de manera tan caótica que ni sabemos respirar.

¿Alguna vez te has parado a observar tu respiración?.

Antes de empezar a practicar yoga, me acuerdo que había algunas ocasiones en que me centraba en la respiración. Lo hacía como un juego.

Al principio me parecía curioso, y al cabo de un rato me ponía nerviosa porque no era capaz de quitar la atención.

Ahora me doy cuenta de lo maravilloso que es ser capaz de pararte y seguir el flujo de la respiración.

Tomas el control de un acto vital y fundamental.

Sintiendo cada inhalación y cada exhalación traes conciencia cada momento.

Fíjate como es tu respiración cuando estas nerviosa, ansiosa, con miedo o relajada. No tiene nada que ver en una situación o en otra, ¿verdad?.

Mientras escribo esto me ha venido a la mente cuando estaba en la sala de dilatación para dar aluz. Que sensación me producía cada contracción y como me ayudo el estar conectada con mi respiración.

Ya sé que en estas ocasiones recomiendan una respiración potente, pero en mi caso me funciono una respiración larga y profunda.

Era como pensar en una ola que viene con la inhalación y se va con la exhalación.

¡Que recuerdos!

En otras ocasiones te he hablado de la respiración larga y profunda o la respiración de fosas alternas con la que consigues tranquilizarte o darte energía.

Hoy te propongo la respiración en distintas proporciones. En general respiramos realizando la misma proporción al inhalar que al exhalar.

El objetivo es modificar esas proporciones de manera consciente, lo que puede producir alguno de estos efectos:

  • Al enfatizar la inhalación, se fomenta el estado de alerta, intensifica el ritmo cardiaco y la presión sanguínea, lo que te estimula.
  • Al enfatizar la exhalación, el efecto es el contrario. Disminuye el ritmo cardiaco, se relaja la circulación, los nervios y el sistema digestivo. En definitiva te relaja.

¿En qué consiste?

Para hacer diferentes proporciones de respiración puedes hacer por ejemplo 1:4:2 (inhala 1, retén 4, exhala 2).

Esta pauta se usa en el pranayama “Purificacion de nadis” y es depuradora y purificadora.

Además para llevar el control de las proporciones, tienes que realizar una respiración consciente con lo que estas ejerciendo tu voluntad sobre un acto normalmente inconsciente.

Además cuando observas tu respiración estas meditando, ya que dejas de prestar atención a la cascada de pensamientos.

Animate a probarla y comparte tu experiencia.